La contaminación del aire mata. Cada año, el aire sucio mata más de 9,000 californianos. Los niños y la gente de la tercera edad son especialmente vulnerables. Casi el doble de gente muere debido a la contaminación relacionada al tráfico que los que mueren debido a los accidentes relacionados al tráfico.
La contaminación del aire también aumenta las tasas de ataques cardiacos, infartos y ataques de asma. Las tasas de asma han estado aumentando en nuestro estado: Las tasas del asma infantil en ciertas comunidades del Valle Central han subido hasta el 20 a 30 por ciento. Los niños de edad escolar en California faltan a la escuela 1.9 millones de días cada año a causa del asma.
Basta.
Según la Asociación Americana del Pulmón, conocida por su nombre en inglés, “American Lung Association”, de las 10 zonas urbanas que tienen el aire más sucio seis de ellas se encuentran en California, incluyendo a Los Ángeles, Fresno y Bakersfield. Muchas de las partes más contaminadas de nuestro estado son vecindarios de bajos ingresos o zonas que tienen grandes proporciones de residentes que son afroamericanos, asiáticos americanos y latinos – lugares como Pomona, el Este de Los Ángeles, Fresno y Richmond. Los niños latinos y afroamericanos tienen más probabilidades que otros niños en California de tener que recurrir a la sala de urgencias a causa del asma.
Además del sufrimiento innecesario y la muerte, la contaminación afecta los bolsillos de todos, aumentando las cuentas médicas y causando miles de días de trabajo perdidos. Tan solo en la ciudad de Los Ángeles y el Valle de San Joaquín, ¡los costos económicos y de salud a causa del aire sucio están estimados en $28 mil millones cada año! Para aprender más acerca de los efectos en la salud causados por la contaminación de aire haga clic aquí.
Al obligar que los que contaminan paguen, al promover la energía limpia y al expandir el transporte libre de contaminación, las leyes de la justicia climática y de la energía limpia en California ya están comenzando a limpiar el aire y proteger la salud. Los dólares recaudados mediante el cobro a los que contaminan mejorarán los sistemas de transito público; harán que los carros, autobuses y camionetas de cero emisiones sean ampliamente disponibles (¡y menos caros!) y pondrá viviendas asequibles más cerca del transporte público—reduciendo el uso de miles de carros y emisiones de gases en las calles.
Estamos comenzando a revitalizar nuestro aire y nuestra salud, pero ¡apenas hemos comenzado!